
Ahorrar para ir al Mundial, ¿para qué más?
Ahorrar para ir al Mundial, ¿para qué más?
qiip01-03-2023
“¿Qué sueñas tú?”. Esa fue la pregunta más difícil de responder que ha escuchado Karina Molina en sus sesiones de coaching en qiip. Y en la vida en general, porque, en realidad, nunca se había detenido a pensarlo. En parte, por su personalidad. Tiene claro que el ahora se disfruta y que el futuro es incierto; por lo que, lo que marca su forma de actuar, pensar y sentir es el presente, lo demás ya se irá viendo. “Mi forma de vivir la vida es desde el día a día”. Pero, por otro lado, nunca se había preguntado a sí misma por sus sueños porque –en la mayoría de su adultez– no había tenido la posibilidad de ahorrar.
Sus problemas financieros empezaron desde sus veinte años. Antes de entrar a la universidad, su papá se enfrentó a una quiebra económica que la dejó a ella llena de deudas a su nombre, que no eran suyas, pero que se convirtieron en su responsabilidad. Su mamá no tenía buena cultura financiera y lo que encontró como “solución” a la situación familiar fue meterse en hipotecas, créditos, manejos de varias tarjetas de crédito, todo a nombre de Karina (porque su historial creditico no la respaldaba). Hasta que el problema se les convirtió en una bola de nieve que creció y creció. Por eso, empezó a trabajar desde muy joven, mientras estudiaba. De 6:00 a.m. a 6:00 p.m., seguido, todos los días y lo que recibía se iba para todas las facturas que la perseguían. Tanto, que estuvo con un reporte negativo en centrales de riesgo por más de ocho años (entre 2010 y 2018). “Los bancos me llamaban casi que a diario a cobrar. Hasta en el trabajo me buscaban”.
Entonces, claro, cuando se tiene una deuda de ese tamaño, de esas en las que se piensa “yo, en esta vida, no voy a poder pagar esto”; no hay tiempo para pensar en sueños. Las cosas empezaron a cambiar entre 2011 y 2012, cuando entró a un nuevo trabajo y un amigo se convirtió en su confidente financiero. A él le contaba todos sus “chicharrones” y con sus consejos se pudo “organizar”. Pero de ahí a ahorrar, todavía había mucho camino.
En 2018, empezó a trabajar en qiip en toda la parte de infraestructura y, lógicamente, lo primero que hizo fue descargar la app. Descargar la app y programar una sesión de coaching financiero. Capacidad de ahorro ya tenía, ¿pero ahorrar para qué? ¿Cuál era su meta, su sueño? Lo que más le gusta en la vida es el fútbol, así que se dijo: pues ahorrar para el Mundial, ¿para qué más? Y así, de frente le preguntó a Magda, su coach: “¿Qué hay que hacer?”.

Cuando se llegó el día, cuando pisó el estadio, cuando se hizo realidad el primer partido; no lloró, eso no va con ella. Lo que sí hizo, fue afirmarse a sí misma con el corazón acelerado: “Esto que estoy viviendo ya no me lo quita nadie”. En total, fueron 45 días, 12 partidos, 8 estadios, el último partido de grandes figuras como Messi y Cristiano Ronaldo; sumado a la experiencia de conocer una cultura completamente diferente. Eso, las celebraciones de gol, tantas noches de hospedaje, comidas... todo eso, fue posible porque –con ayuda de su coach– se planificaron las cosas y se trabajó con tiempo para lograrlas. La gran ventaja fue el porcentaje bloqueado del ahorro, porque sabía que era plata que no se podía gastar en algo más, que se iba directo para su meta. Eso y aumentar la cantidad de plata que iba guardando en cada quincena. “Cuando veía lo que ya llevaba ahorrado, me iba para atrás”.
Y no solo se trató de ahorrar, también de encontrar la mejor manera de “jugar las fichas” a su favor. Esto fue: habiendo limpiado y mejorado su historial crediticio, solicitó una tarjeta de crédito con un cupo amplio. Con eso, hizo todas las compras; pues según la recomendación de Magda, esto le ayudaría acumular millas (aparte de contar con el seguro de viajes cuando se hacen los pagos con tarjeta), que luego usó para comprar ropa, maletas y demás preparativos de viaje. Claro, luego pagó con su ahorro la factura de la tarjeta a una sola cuota para no generar intereses.
Así, se llegó enero de 2022 y compró las boletas de la FIFA: “Ya voy para el mundial”. De ahí, la tarea fue estructurar un presupuesto de viaje con límites diarios que siguió al pie de la letra, solo se desvió en un 5% de lo que tenía planeado. Pero valió la pena, porque ese sueño que no sabía cómo poner en palabras al inicio, se convirtió –además– en un viaje cultural para pasar por Turquía, España y los Emiratos Árabes.
Muchos de sus amigos le preguntan que cómo hizo para irse para allá, como si fuera algo imposible. Ella responde que es cuestión de adaptarse, de ver un punto y decir: “para allá voy”. Al fin y al cabo, eso fue, hacer que las cosas pasaran. “Soy consciente de que el bienestar financiero tiene que ver con cómo hago para estar realmente feliz. Y ser feliz es gratis, pero uno necesita ayuda”. Para ella su ayuda fue la voluntad, la disciplina en su ahorro y la planeación con tiempo. Desde ya tiene en la mira Estados Unidos, México y Canadá. Tiene la experiencia, conoce mejor cómo funciona el tema de entradas y logística. Le queda empezar de nuevo, sabiendo que, si ya lo hizo una vez, puede volver a hacerlo.
Fuente:
Karina Molina, especialista de Infraestructura qiip.